domingo, 23 de junio de 2013

Entrar en calor...



Llegar a casa sin sentir los dedos de las manos, los de los pies, los labios, las orejas, el cuello, las piernas los brazos, toda y cada una de las partes de mi cuerpo están ausentes, es como si mi cuerpo no me perteneciera......Pero llego a casa..... Me desnudo.... quitándome la ropa empapada, empezando a llenar la bañera de agua bien caliente, un poquito de espuma, velas aromáticas y un poco de música... 

Cuando esta en su punto exacto voy metiendo la puntito del pie, notando como el agua caliente proporciona un leve hormigueo en los dedos de mis pies... Voy metiendo poco a poco.... El otro pie, rodillas, me agacho un poco mas y mi trasero, que creía que había desaparecido estaba hay, notando el agua caliente, y percibiendo como cada milímetro de piel se eriza. Me siento despacito y el agua sobrepasa mi abdomen, contraigo un leve gemido que intenta salir de mi garganta al notar como mi cuerpo va entrando en calor.....  Echo mi espalda levemente hacia atrás con el miedo de que la bañera este helada... y otro escalofrío recorra mi cuerpo. Me Sumerjo bajo la espuma, las velas aromáticas y el sonido de la música. 

Voy tomando consciencia de mi cuerpo. Ya noto los dedos de los pies, pantorrillas, muslos, trasero, cintura, abdomen, pecho, brazos, manos, cuello.... Mis labios ya tienen otro color, pasaron del amoratado azulado a un rojo intenso. Paso mis dedos por ellos y si.. Ya los noto, y cada vez siento que mi cuerpo vuelve a ser mío, que lo siento. Empiezo a recorrer con la yema de mis dedos cada milímetro de mi cuerpo, para asegurarme que responde.... Que es mio otra vez....

Jugueteo con la espuma en el agua, con mis dedos por mi cuello, que se deslizan poco a poco bajando por la clavícula, volviendo a erizar mi piel al llegar al pecho y me doy cuenta.... Que por primera vez hoy, en todo el dia, mis pezones están duros... No precisamente por el frío, ahora los siento y no con dolor como gran parte del día...  Sigo bajando mis manos por el abdomen, los costados, los muslos y noto una pequeña punzada dentro de ellos, sintiendo el calor que empieza a surgir poco a poco haciendo que sienta que mi cuerpo me pertenece..... Muerdo ligeramente mi labio, bien, lo siento y me encanta esa sensación de hormigueo pero a la vez ardor. 


Mis manos siguen bajando por los muslos, hasta las rodillas acariciando suavemente las pantorrillas y encaminándose otra vez hacia arriba.... Despacio, ahora mis manos, están hambrientas por seguir acariciando, tocando y sintiendo, se adentran despacio por la cara interna de los muslos, subiendo despacio, notando cada vez mas cerca el calor y llegan a la parte de mi cuerpo que mis manos buscan tocar, acariciar, sentir...... Y mis manos comienzan a tener el control, acarician, masajean, entra, salen, se detienen, aumenta el ritmo y de repente lo baja, pero al instante vuelve a subirlo, pellizcando , rozando y mi cuerpo cada vez sube, sube y sube de temperatura.... Y por fin llega a la temperatura máxima, mi cuerpo estalla y ahora si noto cada parte de mi cuerpo vibrar y a la vez como poco a poco se relaja, como ahora ya si... Noto cada milímetro de mi cuerpo.... Y me sumerjo completamente en el agua con espuma dejando mi cuerpo relajarse ...... Ya si que puedo bañarme agusto, coger mi esponja y seguir teniendo consciencia de mi cuerpo.....

jueves, 20 de junio de 2013

El plato de mi cuerpo



Mi piel necesita un suave roce de tus dedos, notar la suave caricia cálida de tu piel, notar como mi piel se eriza bajo el paso firme y decidido de tus manos en mi espalda. Ese placer contenido de notar la suave caricia de un dedo por toda mi espalda es el punto de inflexión, el antes y el después, cuando mi mente de desconecta y pasa a pertenecerte, mi imaginación te deja llevar y mi cuerpo se relaja brindándose ante ti, cuan suculento manjar… 

Aquí estoy, soy como un bote de miel recién abierto para ti, para que degustes con toda tu boca, para que recojas cada sabor, para que impregnes tu paladar de tan exquisitos sabores, para que deleites tu gusto con el leve sabor de miel, combinado con el toque de mi piel…

Disfrútalo, es tuyo, toma de tu mano una botella de vino y usa mi cuerpo cuan copa seria para el mejor de los vinos, vierte su contenido sobre mi cuerpo y sacia tu sed, calma el calor de tu garganta y haz que mi cuerpo note el roce de tus labios acompañado del suave tacto liquido y fresco del vino…

Endulza tus besos con un poco de chocolate, deja que por mi cuerpo resbale ese delicioso chocolate caliente, notar como mis pezones se endurecen y servirte el mas delicioso de los chocolates sobre mí, dejando a tu fiel boca de catadora que haga su trabajo, transportándome a un mundo de sensaciones…




Mi cuerpo anda un poco pegajoso, a pesar de que tu boca haya hecho un gran trabajo… Pero ven… Acompáñame… Ayúdame a limpiar mi plato a la ducha, donde el agua cae sobre nuestras cabezas, resbala por cada curva de nuestros cuerpos, pasa a ser parte de nosotras, y si… Ahora creo que tú también necesitas una limpieza, mi boca se hace cargo de servir cuan esponja sobre tu cuerpo, recorriendo cada parte de este, acompañada por el agua que resbala por tu cuerpo… Déjame ser quien limpie tu cuerpo, quien busque cada rincón oculto por limpiar con mis labios, con mi lengua, con mis dedos…

martes, 18 de junio de 2013

Cita a ciegas



Mientras terminaba de recoger apresuradamente los papeles de su mesa, Mónica seguía visualizando en su mente aquella nota que tanto le había hecho pensar. “A las 7 en el parque, no me falles amor”.  No sabía de quien era pero la forma en que terminaban las “m’s” le resultaba familiar. Eran ya las  seis y media, y ella odiaba llegar tarde a cualquier evento incluso esa tarde, sin saber bien que podía pasar, su sentido de la puntualidad era más fuerte que su miedo a lo desconocido. Y es que a medida que pasaban los minutos la inquietud se iba convirtiendo en ansiedad y el miedo en morbo. Sí, tenia ganas de ir, e iría.

Ojos perfectamente maquillados, labios perfilados, un traje chaqueta oscuro ceñido al talle, una falda corta, medias oscuras sujetas por un ligero, zapatos de tacón bajo, estaba lista. Metió en el bolso el móvil y un spray que le había regalado su amiga Mercedes, una mujer muy desconfiada, que pensaba que todo el mundo estaba siempre dispuesto a amargarle la vida. Se miró al espejo y se lanzó una sonrisa sostenida, estaba muy nerviosa pero ligeramente excitada por la incertidumbre.

Nadie en el parque y ya eran las 7.01. Que impuntualidad, pensó ella Cuando de repente un coche oscuro paró justo delante de donde ella estaba sentada, se abrió una puerta y de dentro escuchó una voz suave y rotunda que la invitó a subir. Lo hizo, no tenia ningún plan y ya había puesto la lavadora por la mañana así que no tenía nada que perder, ¿o sí?

Inmediatamente tras entrar al coche, le vendaron los ojos. “Tranquila amor, no te haré nada que tu no hayas deseado antes”. Su corazón empezó a latir con fuerza, mucho más rápido que el ritmo de la suave música que sonaba en el coche, era Wagner , o quizás Musorsky, noo era Shopen, si.. Mónica trataba de evadir su mente pensando en la música pero cuando notó como la rodilla del desconocido rozó la suya no pudo evitar notar un escalofrío que recorrió su cuerpo, y eso le gustó, así que buscó con su pié el del hombre que iba a su lado. El no correspondió el gesto pero Mónica de repente notó unos labios en su cuello, el cálido aliento de el le traspasó la piel clavándosele en las entrañas mientras escuchaba “Espera, todo a su debido tiempo”,  y notó como un dedo recorrió su cuello hasta plantarse en el medio de sus labios en claro gesto de que estuviese en silencio.

Cuando el coche se detuvo ella ya había perdido la noción del tiempo y del espacio. No oía nada, solo el sonido de la  puerta del coche al abrirse, luego un sonido metálico que bien podrían ser unas  llaves pesadas, luego unos pasos acercándose hasta que notó como una mano hacia la suya y tiraba de ella. Unos labios se acercaron a los suyos y le regalaron un cálido primer beso. Mónica se estremeció, deseaba quitarse la venda pero se dejó hacer, los labios pasaron a su cuello , y luego a su nuca, pero nadie la tocaba hasta que notó unos brazos fuertes que la levantaron de repente y la llevaron en bolandas como si fuese un saco de patatas. Así fue unos segundos hasta que notó que la echaban sobre una cama de agua.  Las manos que antes le agarraban empezaron a desnudarla, con velocidad pero sin precipitación  como si supiesen lo que se iban a encontrar tras ir quitando cada prenda. Primero la chaqueta, luego la blusa, los zapatos, la falda, las medias quedando al fin solo con su ropa interior de encaje. Ahí se detuvo el desconocido, como si quisiera observarla un segundo antes de continuar , y eso hizo, le despojó de su cara lencería dejándola totalmente desnuda, y a su merced. Solo la venda de sus ojos tapaba parte de su piel.

 Las mismas manos que la desnudaron le asieron por las muñecas y le ataron a los barrotes de la cama. Su corazón volvió a latir con fuerza y su excitación aumentó, no sabía quien le estaba agarrando pero le encantaba lo que le estaba pasando. Mónica notó luego unos labios en sus pies, que empezaron a ascender lentamente por sus piernas hasta que llegaron a la cara interna de sus muslos. Ella se mordió el labio inferior y deseo como nunca que los labios se dirigieran a su sexo, pero no, en su lugar notó una mano que empezó a acariciarlo, ella soltó un leve gemido de placer, pero a medida que la  mano empezó a acariciar su clítoris, los gemidos empezaron a ser más y mas fuertes hasta que cuando noto que era la lengua del desconocido la que empezaba a lamer sus jugos se dejó ir en un orgasmo que acompañó con un grito de placer. Deseaba más, estaba lista y dispuesta para más cuando notó que la desataban. Mónica sintió unas manos en su cintura que le hicieron darse la vuelta y ponerse a cuatro patas. La mano izquierda del desconocido empezó a acariciar los pechos de Mónica mientras ella oyó el como si algo metálico diese contra el suelo, “su cinturón” pensó, “se estará desnudando??”.


Así fue porque enseguida noto junto a su trasero la dureza de un miembro en clara erección que entro rápidamente en su vagina. Las sacudidas empezaron directamente a ser fuertes y directas, sin preámbulos. Mónica estiró sus brazos y sus manos se encontraron con la cabecera de la cama a la que se asió con fuerza. Eso favoreció que la penetración fuese más intensa, y así fue como  notó como los testículos del desconocido golpeaban violentamente su clítoris. El la agarraba por la cintura con fuerza y cuando ambos llevaron el mismo ritmo violento, soltó un suave cachete en las nalgas de Mónica a lo que ella respondió con un “Ooooh siiiiii oootra vez” fue la primera frase que dijo y fue suficiente para que el continuase golpeando su hermoso trasero mientras entraba y salía de ella, hasta que finalmente descargó sobre la espalda de Mónica el caluroso jugo de su pasión . Mónica notó entonces como el continuó con su mano acariciando su clítoris y luego con su lengua siguió lamiendo su humedecida vagina hasta que ella apretando fuerte sus manos tuvo otro orgasmo que marcó con otro grito apasionado que le hico caer rendida en la cama. Tras unos segundos de jadeos poco a poco volvió a recuperar su ritmo respiratorio y se dio cuenta de que no oía nada. Temerosa  llevó su mano a la venda y como no oyó a nadie se la quitó de los ojos. Se encontró en una habitación de madera, con una chimenea encendida, y una bandeja de plata con dos copas de champán esperando a ser llenadas. Por la ventana se veía como el sol empezaba morirse y junto a ella estaba él, de pie, sonriéndole, y observándola. “Amor esto es solo el principio ….. “



 '' No querria despedirme, sin dar las inmensas gracias, a ese fantasmita pervertido, que tan amenos hace nuestros dias, gracias por el aporte y por darme la oportunidad de compartir con todos los bloggers ese maravilloso relato salido de tus manos... Un beso enorme ''

lunes, 17 de junio de 2013

Bañando mi cuerpo al sol



El sol baña mi cuerpo, me deleita con sus rayos en aquella hermosa playa, la brisa del mar, y la tranquilidad de aquella cala hace que me tome la libertad de dejar que el bronceado de mi cuerpo sea completo y tumbada sobre mi toalla reparto el suave aceite de coco … Mi piel comienza a brillar mientras sigo colmándome del sol de esa playa cuando poco después me percato de una inocente presencia. Una preciosa chica de cabellos oscuros y rizados se acerca sinuosamente, extiende su toalla y se deshace poco a poco de su ropa para dejar que el sol bañe también su piel, la observo disimuladamente, las fracciones de su cuerpo son preciosas, piernas kilométricas, muslos firmes, trasero voluptuoso, una cintura divina, abdomen plano y esos pechos preciosos, pequeños pero juguetones….
En poco tiempo noto como mi cuerpo no está impasible ante la presencia de aquella chica, mis ojos no pueden evitar mirarla y noto como poco a poco emana de sus labios una sonrisa lasciva, no sabía si era porque se había percatado de mi mirada pero ahí estaba esa sonrisa que me incitaba a seguir mirándola. Mi mano se adueño de mi mente jugueteando por mi abdomen, recorriendo la yema de mis dedos, imaginando que es su abdomen el que acaricio, se desliza despacio por mi escote, mientras mi mirada no se aparta de su cuerpo y mi mano busca mi pierna, llevando los roces de mi imaginación por los muslos, me siento tan lasciva… no puedo más, no puedo seguir mirando pasivamente a esta chica, viendo como su piel seria un maravilloso mundo donde perderme…  
Me incorporo sobre mi toalla echando un último vistazo a esa preciosidad que disfruta del esplendido sol, y me alejo, me pierdo en esa cala entre las rocas, buscando un sitio más íntimo para calmar mis deseos, para saciar la pequeña sed que me ha provocado observar ese precioso cuerpo. Apoyo mi espalda sobre la fría roca, contraste que hace que mi cuerpo responda inmediatamente, mi piel se eriza y mis manos comienzan su juego, perdiéndose por ese centro de calor, buscando esa humedad tan deseada, mientas agarro mi pecho fuertemente, cierro los ojos y sigo viendo esa silueta desnudándose poco a poco, rozando con su mano la suave piel para colmarla de aceite… Pero en ese instante noto como unos finos dedos se deslizan por mi cuello y una suave caricia detiene mi mano en mi interior, abro los ojos inmediatamente y ahí estas… Frente a mí mirándome con esos ojos brillosos, mordiendo tu labio inferior y con esa sonrisa picara que antes había visto. Sonrío pasando la lengua por mis labios y llevo mi boca hasta la tuya, cogiendo tu nuca, pronunciando ese beso cuando mis manos buscan tu cuerpo para hacer a mi cuerpo participe de esas caricias imaginadas sobre el mío. Subo por tus muslos, deslizándome por tu cintura, conociendo tu espalda y llevando mis manos finalmente a tu pecho, rozando tus pezones, y sonrió dentro de ese cálido y húmedo beso. 
 
Ahora la sed que quiero saciar es la de deleitarme con ese maravilloso cuerpo bañado por el sol y el aceite… Llevo mi mano despacio a ese lugar oculto, esa pequeña cavidad húmeda y centro de placer. Te comienzo a tocar suavemente deslizando mis dedos por ti,  incitando a esa humedad a salir, pero no aun no, llevo mis dedos a tu boca y comienzas a lamerlos, pasando tu lengua por ellos, y ahora si… Vuelvo a llevar mi mano a tu sexo, entrando dentro de el, recorriendo cada rincón, entrando y saliendo, buscando explorar cada milímetro de él, poco a poco noto que entran y salen con más facilidad, aumento el ritmo de mis manos dentro de ti, cada vez más, llevo mi otra mano por tu espalda, sujetando tu nuca, las piernas comienzan a flaquearte, cuando mis dedos empiezan a humedecerse muy considerablemente, sigo mi toque unos segundos más y salgo de ti descubriendo como tu preciada esencia resbala por tus muslos… Sonrío con malicia mirándote fijamente a los ojos y me niegas devolviéndome la sonrisa…
Tus manos quieren también saciarse de mi cuerpo, recorres cada parte de el, resbalando por cada rincón, haciendo un camino de besos por cada zona de mi cuerpo, llevando tus labios por mi cuello, descendiendo por él, pero en ese justo momento noto como esa juguetona lengua se encuentra en mi sexo, devorándolo poco a poco, mi espalda se arquea levemente sobre la roca al notar tu boca, como lames, chupas, succionas y dejas escapar algún que otro bocadito… Mi respiración se incrementa, los pequeños gemidos no paran de salir de mi garganta, tu boca hace que mi cuerpo se derrita, pero ahí no había terminado… Es cuando noto como un par de tus finos y largos dedos acompañan tu boca. Un gemido ronco ahoga mi placer, dejándome llevar, impasible por tus caricias, y poco después el jugueteo de tu lengua y tu dedos hacen que empape tu cara… Me miras sorprendida con la boca abierta, pero pronto cambia tu expresión, siendo esa sonrisa que me atrapo la que aparece en tu cara, relamiéndose los labios, cuan el mejor helado que hubieses probado se tratase… Te incorporas, besas mis labios una última vez y bajo ese paso firme y decidido con el que habías venido tras de mi te vuelves a ir… Mis ojos se deleitan de ese cuerpo mientras ahogo un suspiro posando mi espalda en la roca ahora cálida y suave….