Entonces vuelvo a ver tu silueta en la oscuridad,
posada en la ventana de mi habitación, como cada noche, acudiendo a la cita,
para contemplar como una y otra vez mi sed y mi deseo de que traspases esa
ventana se vuelve encimero.
Mi cuerpo posa desnudo entre las sabanas, siendo
visibles mis pezones erectos bajo la fina tela rosada que me envuelve. Mis
manos se deslizan recorriendo mi cuerpo una y otra vez, mientras mi vista no
aparta la mirada de la ventana…. Me encanta que me observes, me encanta sentir
esa mirada lasciva sobre mi cuerpo, me encanta que me recorras con la mirada
una y otra vez, notando como algo crece en tu interior, así como bajo tu pantalón….
Mis manos se abalanzan fieles en busca de mi sexo,
sintiendo su humedad, buscando la calidez, y esperando encontrar como cada
noche ese fruto de la lujuria que se derrama cada noche en mis sabanas al
sentir tus ojos clavados en mí.
Mi cuerpo comienza a vibrar, a sentir la subida de
la temperatura, a notar la excitación mas y mas y en ese momento es cuando te
quiero debajo de mi, te quiero sentir dentro totalmente, quiero notar como
palpitas dentro de mí y como nos acompasamos el uno con el otro….
Miro directamente a tus ojos mientras noto el quemazón
en mi garganta, cuando siento que estoy a punto de alcanzar el climax… Y solo
atino a susurrar una palabra entre gemidos…. ‘’Follame’’…