Acción, reacción, eso es lo que se produce cada vez que estamos cerca,
tú me accionas y yo reacciono, yo te provoco y tú accionas todo ese mecanismo
que se mueve en tu cabeza para hacernos disfrutar a ambos…
Mi cuerpo tiembla, no lo has tocado y ya está vibrando, el tenerte tan
cerca, sentir como tu perfume impregna mis sentidos, y todo ese calor que
desprendes me vuelve loca… Te acercas, por fin, noto todo tu peso en mi cuerpo,
toda esa seguridad que desprendes, y como esa jugosa y dura erección empieza a
crecer bajo tu pantalón, y no puedo evitarlo, me tientas demasiado, accionas
todos mis sentidos y siento como despierta esa loba que llevo dentro cuando estás
tan cerca…
Y da comienzo nuestro juego, besos, muchos besos, nuestras lenguas se
enredan con avidez, mi ansia por devorarte y tus ganas de saborearme son
palpables, tanto así, que siento que las cuatro paredes entre las que estamos me
queman…
La ropa empieza a volar por toda la habitación, me apresuro a abrir tu
camisa, ese torso perfecto, arde, y yo ardo con él. Mi boca se abalanza hacia ti,
la deslizo por esa suave garganta perfectamente afeitada y que huele tan a ti,
se empieza a escuchar ese ronroneo varonil que tanto me mata, y siento en mis
labios el vibrar de tu garganta… Me pierde probarte y no puedo soportarlo más,
me arrodillo delante de ti, quiero saborearte, degustarte, probar tu centro de
calor y ese centro que tantas alegrías me da….
Sin pensarlo más me apresuro a desabrochar ese cinturón, con el que
tantas veces has anudado mis muñecas a tu antojo… (¿Por qué me pondrás tanto
con ese traje? ¿No te había dicho que me pierdes así?) pregunté mirándote a los
ojos mientras mis dedos bajan tu cremallera y rozan la punta de ese duro manjar
que estaba por perderse entre mis labios….
Y así fue, ahí estaba, frente a mi perfectamente puesta esperando a
ser saboreada, no lo dude ni un segundo. Mi boca se apresuró a lamerla,
recorrerla le arriba abajo, empapándote entero y empezando a sacar esos gemidos
tuyos que tanto me gustan, jugar con ella, meterla hasta el fondo de mi
garganta, y notar como crece más y más entre mis labios me desata, me aviva, y
me incita a querer más, como bien sabes, me activa, dentro y fuera, muevo mi
lengua, jugueteo con ella y empiezo a notar ese delicioso sabor que vas dejando
poco a poco, pero tu lado salvaje sale también de ti y cogiéndome del pelo
empiezas a follarme la boca sin medida, un par de lágrimas resbalan por mis
mejillas pero me encanta, mi boca saliva hasta tal punto que un pequeño hilo,
fruto de como mi boca se hace agua al probarte, desciende por mi barbilla hasta
mis pechos… Y ahora eres tú, el que bombea dentro, fuera, y cada vez con más
fuerza, pero de repente te paras, coges mi pelo, me pones frete a ti y me devoras
la boca con ansia…
Duelo de titanes, nuestras miradas se retan, nos desafiamos,
reaccionamos y del bolsillo de tu pantalón sacas algo, (¿Qué es?) te pregunto ingenua
sin saber que me espera, (Ahora me toca jugar a mí, tú te has divertido conmigo
y ahora es mi turno) se me seca la boca, esa mezcla de excitación y deseo hacen
que pierda el control, pero lo que sí está realmente húmedo es mi centro de
deseo, palpita con el sonido de tu voz dominante… Por fin caigo en la cuenta de
lo que es, un antifaz, me privas de uno de mis sentidos, el que mas loca me
vuelve, pero cada vez que lo haces mi cuerpo reacciona de una forma bestial.
Tendida en la cama, con el precioso antifaz de satén negro en mis ojos
como única prenda, empieza el juego. Siento tu presencia a mi lado, todo ese
calor que desprendes, y estoy ansiosa por tocarte, pero no, me lo impides, y justo
en ese momento noto un suave terciopelo rozándome las muñecas, si, te encanta
tenerme a tu merced, tuya en todos los sentidos…. Pero de repente noto que te
alejas, escucho tus pasos por la habitación, pero no con claridad suficiente,
la música tenue nubla mis sentidos y de repente noto tus manos, esas manos
firmes y rudas deslizándose por mi cuello, mi pecho, cogiéndolo con posesión y
hundiendo tu cara entre ellos… Tus manos siguen avanzando por mi cuerpo, pero
ya no noto tus manos rudas y fuertes, ahora son unas manos suaves, finas y
delicadas, ¿Qué ocurre? ¿Será que el placer nubla mis sentidos y noto unas manos
diferentes? Pero no… Junto a esas manos finas y delicadas vuelvo a notar tus
manos fuertes y rudas, cuatro manos se pasean por mi cuerpo, acariciándome el
cuello, jugueteando en mis pechos, deslizándose por mis costados, bajando poco
a poco a mi centro de placer…
Pero y quien es esa otra persona, no lo entiendo, no me lo esperaba,
pero me encanta, me gusta la sensación de sentir esas manos volando por mi
cuerpo, esa incógnita de no saber quién me toca, y me dejo llevar, mis sentidos
se agudizan y percibo un aroma, un perfume, pero es un perfume de mujer… Si…
Una mujer, una mujer está disfrutando de mi cuerpo junto a mi adonis particular,
y me eta encantando…
Y entonces noto como me despojas de esas esposas que me retenían,
vuestras manos siguen volando, siguen jugando, siguen tocando, y llegáis a mi
sexo, caliente, húmedo, deseoso de más… El tacto suave de las manos de ella
tocando lentamente mi clítoris, frente a la rudeza de las tuyas, empezando a
penetrar en el fondo de mi cuerpo, hace que una oleada de placer recorra mi
cuerpo de arriba abajo y un gemido brutal salga de mi garganta. Me encanta esta
situación y rápidamente al notar que mis manos están libres me deshago del antifaz,
quiero ver a esa mujer, quiero ver su cara de morbo mientras me toca, quiero ver
en sus ojos el deseo… Y así lo hago, al quitarme ese antifaz me encuentro con
una chica morena, despampanante, que me mira con deseo, mucho deseo, una
sonrisa malévola se dibuja en su cara y rápidamente en la mía también. Seguís tocándome,
haciéndome retorcer de placer, pero yo también quiero empezar a jugar…
Acción. Reacción.
...El juego continúa...
No hay comentarios :
Publicar un comentario